Budapest, esa ciudad que enamoró a Sissi la emperatriz por su belleza, fue la escogida para completar el trio de ases e inaugurar el verano del 2016. Buda y Pest, dos ciudades bellísimas en una, separadas por el Danubio, ese rio fuente de inspiración de artistas por su belleza. Una ciudad muy animada plagada de terrazas, monumentos, y balnearios de aguas termales impolutas en edificios históricos que nos transportan a la lujosa época imperial. Una joya europea muy asequible para unas inolvidables vacaciones.